Rozando el cielo por opios,
Experimentan sus sinestesias,
Al fumar los oréganos.
Tanto cliché, tanta dicha,
De la imagen desnutrida.
Envuelven,
Encierran al grupo,
De seres sociales.
Aplastan al unísono,
Para no dejar respirar,
Cometiendo la insania,
Se ríen de la normalidad.
Archivando en su escombro gris,
La información que llena sus ecos.
Somos rehenes de su idea,
Nos disfrazan uniformados,
Nos entintan con sus pinceles,
Y no podemos escapar.
Creen que la ira es monstruosa,
Pero el monstruo es más sensible.
Cuando aprende a romper,
Los lienzos.
Cuando arruinamos la pintura,
Es cuando se acercan,
Por miedos de transgresión.
Que se callen las campanas,
Ellas traen el Apocalipsis.
No hablar, no hablar,
No reír, ser moral,
No ser un ser,
Ser un bloque,
Al que puedan colorear,
No a la luna,
Ni a los soles,
Adiós planetas,
Adiós galaxia.
Alteración de una estrella de mar
Hace 10 años