domingo, 28 de noviembre de 2010

Inyectable

300 mg


En tu extremo corazón lagarto,
Esculpimos los trece vientos,
Raspando tu carcaza anunciabas,
La mentira de seguir vivo,
La gran verdad de nuestras muertes.
.
Seremos siempre los súbditos,
De lejanas y nuevas estadías,
Vinculado a desiertos de barro,
Mimetizado con las nadas del lugar.

Las propias cadenas acuchillan,
Ese único brillo de luna negra,
Sin dejarnos respirar,
Sin dejarnos alardear.

Corriendo por dentro de todos,
Deducí la miseria del aire,
Descubrí lo más oscuro del agua,
Y toda la crueldad de la tierra.

Las cabezas de los peces bailaban,
En las tripas de sus serpientes,
Alabada la ironía,
De romper las leyes impuestas,
Alabado sea el misterio,
De vivir siempre preso,
Alabado sea su poder,
Que nos sodomiza entre sus sonidos.

Alabada seas dominación,
Por descifrar todas mis cuestiones,
Alabados sean lo crueles,
Que nos guían al vacío.

viernes, 8 de octubre de 2010

Diluvio de insensatez

Rozando el cielo por opios,
Experimentan sus sinestesias,
Al fumar los oréganos.

Tanto cliché, tanta dicha,
De la imagen desnutrida.

Envuelven,
Encierran al grupo,
De seres sociales.

Aplastan al unísono,
Para no dejar respirar,
Cometiendo la insania,
Se ríen de la normalidad.

Archivando en su escombro gris,
La información que llena sus ecos.

Somos rehenes de su idea,
Nos disfrazan uniformados,
Nos entintan con sus pinceles,
Y no podemos escapar.

Creen que la ira es monstruosa,
Pero el monstruo es más sensible.

Cuando aprende a romper,
Los lienzos.
Cuando arruinamos la pintura,
Es cuando se acercan,
Por miedos de transgresión.

Que se callen las campanas,
Ellas traen el Apocalipsis.

No hablar, no hablar,
No reír, ser moral,
No ser un ser,
Ser un bloque,
Al que puedan colorear,
No a la luna,
Ni a los soles,
Adiós planetas,
Adiós galaxia.

domingo, 12 de septiembre de 2010

La cuestión magnética

Es irrefutable que tus pestañas no vomiten la sal;
Cuando ella te entrevera,
En ese aroma del cian,
Que arrepiente a las pupilas.

Las venas ya tiemblan, se colapsan al amor,
Una serpiente de hierro,
Había tragado mi esencia.
Su amor, su éxito,
La volvió a estas tierras,
A mis propias entrañas y vísceras.

Sus lágrimas fueron mi espanto,
Por nunca poder recibirlas,
Por no poder nunca percibirlas.

La cáscara quiebra dentro del hueso,
Y deja salir los borregos,
Afronta al miedo su inocencia.

Con el poder del silencio,
Esquiva charcos de infiernos.

Una oda quiso comerme,
Llevarme hasta sus paredes,
Su amor quito la franquicia,
La convirtió en un sentir,
En una memoria eterna.

Aunque la nieve llegue estos días,
A derretir al mismo fuego,
Su amor se envolverá siempre,
Aniquilando a las demás serpientes.

lunes, 17 de mayo de 2010

El objeto punzante que detiene la gran maquina

Mi día, mi noche,
Mi ciclo completo,
Andaba en eclipses,
De sufridos deseos.

Un aura, Un sol,
Un dios,
Una simple estampa de un caracol,
Pueden por dentro,
Lavar los mejunjes.

Caminos entre odas,
A donde resuenan,
Violines y flautas,
Aullidos de amor.

Escaleras que prosiguen,
Sin bajar ni subir,
Solo en línea recta,
Solo en la línea recta…

Sin dedos que toquen,
La espalda, los ojos,
Sin brazos que rodeen,
Al cuerpo, a su exilio.

Se tapan adyacentes,
Las venas de un entierro,
Se cruzan sin verse,
Los locos más cuerdos.

Hay lagos debajo,
De toneladas de tierra.
Hay tierrales incrustados,
En el centro de las pupilas.

Nos tocan, nos llaman,
Nos hablan, e invitan,
Ignoramos, no sabemos leerlos.

Es tonto el fracaso,
Impune de todas tus mentiras,
Injustas a las verdades,
Seguimos los trozos,
Nos han criado los medios,
Escapamos del grosor,
Magnifico que jamás tendremos,
Huimos,
Corremos,
Transgredimos hacia un abajo,
Paradójicamente somos,
De paradojas fuimos hechos,
O las adquirimos en el sendero.

Consiste su fuerte,
En la energía de los débiles,
Si no la entregamos,
Tampoco los debilitamos,
Pues su enorme vacío,
Se convierte en una masa,
Que llena otro vacío,
Que depende de la nada,
Para poder ser un concreto.

Su formula es imposible,
Una cuestión infinita,
Gran negación de las dichas,
Gran ignorancia a un planteo.

¿Cómo el aire llena al aire?

lunes, 3 de mayo de 2010

Tus ojos que no respiran

Baile, baile.
Sacúdase entre las penumbras,
Escupa todo el misterio,
Escupa la sobriedad,
De todos sus amaneceres.

Irrumpa al juego maldito,
De los soles tomando el cianuro,
Vomite lo negro del verde,
Tortúrenos amor, tortúrenos.

Brindemos por el castigo,
Lloremos por los abrazos extraviados,
Recemos para morir.

Subamos en la aguja,
Sigámosla sincronizados,
Librémonos de la droga,
Del invento.

La luna ya nos fulmina,
Estrellas con parabrisas,
Membresía del club de asfixias.

Girando la luz, girando la fuerza,
Se muere el imbecil.

Dance, dance señora,
Libérenos del ego,
Libere nuestra costumbre,
Enséñeme a no aprender.

Olvídeme,
Pierda todo su amor.

No soy más que el círculo,
No soy más que el círculo de piedra,
Las piedras saben comprenderla al menos,
Las piedras sufren lo mismo.

Redundante el idiota,
Las piedras serán tus hijas,
Lagrimas tu estadía.

El vaso se vuelve líquido,
Y firme y macizo conversa,
Conversa con tu locura.

Se lo ruego,
Se lo ruego amorosa,
Desgarre las pieles envueltas,
Con sus tenebrosas uñas de fuego,
Escupa todo su vientre,
Vomítelo, vomítelo,
Sus crías la matan a diario,
No sea mortal,
Vibre con el infinito,
Vibre con su merecido infinito.

martes, 6 de abril de 2010

Cielo y su esencia

Siestitas de lunas,
Terciopelos de fakires,
Solo un complemento,
Para la disonancia de su armonía.

Extraños recuerdos,
Se nublan espejos,
No dejan continuar,
La marcha de las resacas.

Terribles niños,
Derriten humanos,
Mimando los rayos,
Con sus gigantes lupas.

Excéntrico anhelo,
Magnificas soluciones,
Se avecinan a la conciencia,
Y a todos sus elementos.

Orbitas sin fin,
Se columpian frente a estrellas,
Que se esconden por el miedo,
Miedo a morir,
Terror a vivir,
Se despiden frente nuestro.

Cuando llega la oscuridad,
Es cuando desaparecen,
Por que dicha pureza,
Ya ha sido eliminada,
Por las mentes maestras,
Que disfrazan de artificio,
Ese manto hermoso oscuro.

Ya sentir es mentirse,
Si no reflejan la luz,
¿Por que deberíamos tener que ver?

jueves, 18 de marzo de 2010

La mujer surrealista

El globo salvaje,
Frágil e impredecible,
Como los tapires de cianuro.

Inquietante actitud,
De tradiciones triangulares.
Hipnosis intima de las baldosas,
De los halos lunares.

¿Es que acaso reviviremos los tiempos asesinados del viento?

El caos nace de sus integrantes,
Los de la federación.
Muere a contrapunto,
Del terrible acto de la electricidad.

No ocupen más las pipas,
Construidas por el aire gris,
Que ya succionan los armadillos,
Todo el polvo de sus sueños.

Despedimos nuestro ser,
Y el pensar,
Es la ayuda del vuelo externo,
Que ya emiten los secretos.

Ojos de cítricos,
Ardor, ardor.

domingo, 17 de enero de 2010

Transgresión de los lados ocultos

Un bosque oscuro nos llama,
Se atreve a poder atreverse.

Se juntan en mi mano las sobras,
De cualquier cristal resplandeciente,
Se aleja de mi alma un estallo,
Que vive rodeando al placer.

Corretea por todo lo interno.

Revierte la crisis lunática,
El aura de sus decibeles,
El milagro de todos los días,
Se expresa entre ruidos matemáticos.

El espacio se nos aproxima,
Nos pide ingresar de nuevo,
Nos llama en su triste silbido.

Asfixia la luna mi espalda,
Cuando me asomo a cada estrella,
Encandilan mis ojos,
Los anillos tan coloridos.

El sonido atraviesa las mantas,
Para tornar su furia en colores,
El color se derrumba en los rostros,
Para poder opacar tus sentidos.

Los sentidos se entrecruzan danzando,
Y el vicio del círculo sigue con cada percepción,
Transformando el simple acto,
En un delirio irreversible.