domingo, 28 de noviembre de 2010

Inyectable

300 mg


En tu extremo corazón lagarto,
Esculpimos los trece vientos,
Raspando tu carcaza anunciabas,
La mentira de seguir vivo,
La gran verdad de nuestras muertes.
.
Seremos siempre los súbditos,
De lejanas y nuevas estadías,
Vinculado a desiertos de barro,
Mimetizado con las nadas del lugar.

Las propias cadenas acuchillan,
Ese único brillo de luna negra,
Sin dejarnos respirar,
Sin dejarnos alardear.

Corriendo por dentro de todos,
Deducí la miseria del aire,
Descubrí lo más oscuro del agua,
Y toda la crueldad de la tierra.

Las cabezas de los peces bailaban,
En las tripas de sus serpientes,
Alabada la ironía,
De romper las leyes impuestas,
Alabado sea el misterio,
De vivir siempre preso,
Alabado sea su poder,
Que nos sodomiza entre sus sonidos.

Alabada seas dominación,
Por descifrar todas mis cuestiones,
Alabados sean lo crueles,
Que nos guían al vacío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario