Me empinga cuando no se me ocurre un buen nombre

Prostitutos del deber,

Se amotinaban en vísceras colorinches,

Nuevos hijos del poder,

Llorando por justicia,

Como deber de premisas,

Fallidos estereotipos,

Socialistas marchando a este ritmo.

Convirtiéndose en banales,

A cambio del oro minero,

Defendiendo los bosques, mares y ríos,

Solo a cambio del dinero.

Eco realitys shows,

Donde rescatan tierras, orcos y ballenas,

Donde son buenos con los perros,

Eco desastres,

Que no se desnudan,

Y se posan en vestidos de gala,

Por que el progreso es lo nuestro.

Maldita violencia que nos abraza,

Extremando nuestro único limite de vida,

Desapercibiendo a los amos narcos,

Es lo que los próceres han eyaculado en vos,

En tus hombros y en tu cara,

Para que ices su imagen en un mástil de millones,

En tus ojos y en tus labios,

Para que de niño en ese teatro los representes,

Para que los albergues en tu corazón eternamente.

Vamos,

Que te cuente la historia,

Que te cuente sobre tu linaje,

El único ente que dudamos si es humano,

El que te dio todo tu ámbito,

El que te acerca la comida,

Y el alojamiento.

El que te da su luz (eléctrica)

Y el agua del puto caño,

El que te da la tarjeta y también el ataúd,

Déjate enterrar por el,

Por que el te dio todos los insumos,

Para que puedas hundirte,

Para que logres en tu vida estancarte,

Y ser otro esclavo de ese ejército.

Dale déjate ahogar en el pantano,

Así no sufres de ningún problema.